El reflujo gastroesofágico es el paso del contenido del estómago hacia el esófago, es decir que los alimentos “se devuelven” tal como lo ves en la imagen.

El reflujo gastroesofágico podría asociarse o NO a regurgitación: Podrías ver como “leche cortada” dentro de su boca o saliendo de esta sin que tu bebé haga algún esfuerzo para sacarla. También podría presentarse con vómito, es decir, que tu bebé si hace un esfuerzo para sacarla. 

¿Es normal la regurgitación en mi bebé?

La regurgitación se considera un proceso normal – fisiológico que ocurre en bebés sanos, adolescentes y adultos. La mayoría de estos episodios son cortos y NO causan síntomas o daños a otros órganos.

En un estudio de niños sanos, se documentó que bebés menores de 3 meses presentaban regurgitación al menos 1 vez al día en el 50% de estos y solo un 5% se presentaba en los bebés entre los 10 y 12 meses de edad. Por lo que para tu tranquilidad mamá, los episodios de reflujo y regurgitación irán disminuyendo con la edad hacia el final del primer año de vida y es inusual en niños mayores de 18 meses.


Sin embargo, te recomiendo que lo consultes siempre con tu pediatra porque existe también la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico que podría traer algunas complicaciones para tu bebé en su crecimiento y desarrollo.

Una vez tu pediatra haya clasificado el reflujo de tu hijo como normal o fisiológico y que no causa o compromete otras partes de su cuerpo (reflujo NO complicado) que son la gran mayoría de bebés o niños, también conocidos como “vomitadores felices”, solo se requiere cambios en el estilo de vida los cuales podrían mejorar un poco sus síntomas.

Recomendaciones para que los episodios de regurgitación sucedan con menos frecuencia en tu bebé:

Evita que tu bebé esté expuesto al humo del cigarrillo

Se sabe que el humo del cigarrillo reduce la presión del esfínter esofágico (anillo en el esófago que impide que los alimentos se devuelvan) y promueve el reflujo en adultos.

Un estudio en bebés que estuvieron expuestos al humo de cigarrillo en la etapa perinatal (desde la semana 28 de gestación hasta el 7mo día de vida), tenían eventos de reflujo significativamente más frecuentes, en comparación con los lactantes no expuestos.

Además, evitar su exposición tiene muchos otros beneficios para la salud del bebé como evitar la muerte súbita del lactante. Por lo anterior se aconseja evitar fumar en el hogar, el carro o en su defecto (si es posible) dejar de fumar por parte de los padres.

Prefiere alimentar a tu bebé con leche materna

Se ha visto como la alimentación con leche materna tiene un efecto protector en la aparición de reflujo (se ha documentado que los bebés entre los 2 a 8 días de vida experimentan menos exposición ácida en su esófago durante la noche, cuando se compara con la alimentación con fórmula). Lo anterior sumado a un mayor vaciamiento gástrico y menos intolerancias a la leche de vaca contenida en las fórmulas.

No lo sobrealimentes

Debido a que el reflujo es promovido por la distensión del estómago, el ofrecer tomas de leche más pequeñas podría reducir la frecuencia y la cantidad de los episodios de reflujo. 

Consulta con tu pediatra acerca de las tomas de leche sobre todo cuando son administradas mediante un tetero, ya sea que ofrezcas leche materna o leche de fórmula).

Para bebés con pobre ganancia de peso, sería útil ofrecer pequeñas pero frecuentes tomas de leche.

Se recomienda la posición boca arriba para dormir

La posición boca abajo podría mejorar el reflujo pero aumenta el riesgo de muerte súbita.

Así que ponlo en posición boca arriba o te recomiendo mantener a tu bebé en posición vertical, por ejemplo, sobre tu hombro durante 20 a 30 minutos después de cada toma de leche. Esta posición parece reducir la probabilidad de regurgitación.

A diferencia de los adultos con reflujo, donde el acostarse del lado izquierdo podría mejorar los síntomas, resultados de estudios en lactantes pequeños son inconsistentes sobre su beneficio, además esta posición lateral se ha asociado a un mayor riesgo de SMSL (síndrome de muerte súbita del lactante). 

Por último, para nuestra sorpresa mamá, te cuento que ya NO se recomienda la elevación de la cabecera de la cuna, ya que no tiene ningún efecto sobre el reflujo de los bebés que son colocados boca arriba.

 

Consulta con tu pediatra las siguientes posibilidades para mejorar el reflujo en tu bebé:

El espesamiento de las formulas infantiles con cereales de avena.

Las restricciones sobre algunos alimentos en tu dieta si estás lactando a tu bebé.

El cambio de fórmulas infantiles a fórmulas especializadas.

 

Un buen interrogatorio y un completo examen físico realizado por parte de tu pediatra de cabecera, son casi siempre suficientes para hacer un  diagnóstico de  reflujo gastroesofágico NO complicado y por lo general NO se requieren de exámenes de laboratorio específicos. 

Solo si tu pediatra considera lo contrario, solicitará exámenes complementarios.

Déjame tus dudas en comentarios y resolvámoslas juntos.