Debido a las lluvias frecuentes y a los cambios climáticos, nos encontramos en el primer pico respiratorio NO COVID del año.
Habrás notado como en las últimas semanas más niños y adultos se encuentran con síntomas de infección respiratoria aguda que se manifiestan con tos, estornudos, secreción nasal, dolor de garganta, de cabeza y en algunos casos fiebre y hasta dificultad para respirar. Lo que ha llevado a congestionar más y más los servicios de urgencias en nuestro país.
Datos del Ministerio de Salud, indican que la mayoría de las consultas a los servicios de urgencias son en menores de 5 años de edad siendo estos los de mayor riesgo de complicarse, al igual que los adultos mayores (60 años o más), personas con comorbiidades o con patologías y mujeres embarazadas.
De aquí la importancia de continuar con todas las medidas preventivas por parte de los padres y cuidadores en este grupo de niños con el fin de evitar complicaciones como bronquitis, neumonias que podrían requerir hospitalización.
Es importante recalcar que a pesar que la infección por covid se encuentra estable como lo menciona el ministerio de salud, existen otros virus responsables de que tu hijo se enferme como lo son: el adenovirus, parainfluenza, rinuvirus entre otros que siguen siendo de especial cuidado y atención.
A pesar de que las medidas preventivas por la pandemia han disminuido la incidencia de padecimientos respiratorios y sus complicaciones, debemos continuar con todas las medidas preventivas para evitar mayores complicaciones, a continuación te mencionaré algunas:
Continua con el frecuente uso del tapabocas para evitar el contagio con las personas de tu círculo social, laboral y familiar.
Esquemas de vacunación al día para niños y adultos mayores. Aquí se incluye la vacuna contra la influenza (gripa) y neumococo.
Evite el contacto con personas fumadoras y para los mayores el uso de cigarrillo.
Cuando el niño tenga gripa, NO lo envíes al jardín o al colegio.
No suspendas la lactancia materna.
Lávate las manos con agua y jabón varias veces al día.
Alimenta a tu bebé, especialmente a los menores de 6 meses con lactancia materna exclusiva.
Evite los cambios bruscos de temperatura, cubre la nariz y la boca al salir de lugares cerrados.
Limpie y desinfecte los utensilios en el hogar y los juguetes en espacios de juego, en especial cuando un integrante de la familia tenga tos o gripa.
La Secretaría de Salud ha identificado que los menores que presentan mayor riesgo para adquirir y/o morir por Infecciones Respiratorias Agudas son: los menores de un año, aquellos que tienen antecedente de prematurez, bajo peso al nacer, displasia broncopulmonar, oxígeno permanente, hospitalizaciones previas y esquemas de vacunación incompletos; en los mayores de un año la principal causa es la desnutrición.
Si tienes un niño en casa con infección respiratoria, te recomiendo:
Por favor no lo envíes a estudiar ya que podría contagiar a otros niños, ademas el niño debe guardar reposo, aumenta la ingesta de líquidos orales (esto le ayudará a fluidificar las secreciones, se mantiene hidratado y el virus se elimina más rápido al excretarse por la orina), mantén el niño en ropa fresca para evitar aumentar su temperatura (eso sí sin corrientes de aire),en caso de: fiebre: (T ≥ 38 grados), irritabilidad o dolor podrías administrar paracetamol o acetaminofén (Dolex) cada 4 o cada 6 horas según lo requiera, es muy importante y sobre todo en los menores de 1 año realizar lavados nasales con suero fisiológico a necesidad (cuando lo requiera) con solución salina normal (bolsa y jeringa o en spray nasal) sobre todo antes de comer y antes de dormir, aliméntalo en lo posible con todos los grupos de alimentos (aunque en la mayoría de niños es normal y frecuente que su apetito disminuya). Para el uso de medicamentos como antialérgicos, antitusivos, inhaladores, nebulizaciones, coméntalo con tu pediatra.
Consulta a urgencias si:
Tu hijo no luce bien, muy decaído, no quiere comer y no tiene fiebre (es frecuente y esperado que durante los episodios de fiebre estén decaídos).
Respira rápidamente, le “silba el pecho” o hace ruidos extraños al respirar.
Fiebre por más de 72 horas o antes de las 4 horas de haber administrado acetaminofén o dólex.
Tiene ataques o convulsiones.
Hay cambios de coloración en los labios y la piel.
Hundimiento de las costillas, cuando respira es el signo más evidente de la dificultad respiratoria.
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