Las huelgas de lactancia son momentos en la vida de tu bebé que, de repente, tiene una actitud de rechazo hacia la leche materna, después de ser alimentado al seno la mayor parte del tiempo, y de mostrar una actitud de felicidad. De un momento a otro se resiste a amamantarse, llora o protesta. Estos bebés podrían lucir totalmente desinteresados por el seno.
Se podría presentar en cualquier momento de la lactancia, siendo más frecuente entre los 3 y 4 meses de vida. Aquí el bebé por lo general rechaza ambos pechos.
Para ti como mamá podría ser una situación de angustia y sentimientos de culpa y rechazo. Podrían surgir preguntas como: ¿Habré hecho algo mal? O, incluso, creer que tu lactancia ha llegado a su fin.. Creer que tu leche ya no es buena o que simplemente ya no le sirve y no lo alimenta, cuando en realidad la leche materna es muy importante sobre todo el primer año de vida de tu bebé. Muchas podrían incurrir en el error de suspender la leche materna e iniciar leche de fórmula.
Para tu tranquilidad mamá, este tipo de actitud por parte del bebé generalmente se da por muy pocos días o incluso una semana, en la mayoría de los casos no precisa nada grave y generalmente se da por factores externos que debemos identificar.
En este blog te daré a conocer algunos factores relacionados con el bebé, contigo y con la leche materna que podrías identificar y corregir en lo posible la causa del “rechazo del seno”.
Factores relacionados con el bebé
Lo que más se ha visto es el “rechazo del seno o huelga de la lactancia” cuando la mamá de pasar al cuidado de su bebé día y noche, empieza a trabajar (ya sea porque dedica más tiempo en los quehaceres del hogar o por un trabajo fuera de casa) y ahora ya no pasa tanto tiempo con éste como lo hacía antes.
Otras posibles causas pueden ser:
- Obstrucción nasal (nariz tapada)
- Salida de dientes
- Reflujo
- Distractores: Después de los 3 meses de edad su sistema nervioso ha madurado más y esto le permite ver “más allá del pecho”, haciendo que se distraiga fácilmente con el entorno.
- Infecciones orales como los honguitos u otro tipo de infección que le impida comer
- Alergias alimentarias o cólicos
- Alimentación con biberón o uso de chupos
- Inicio “brusco” de la alimentación complementaria: Recuerda que la leche materna sigue siendo muy importante sobre todo el primer año de vida, así que continua con las tomas maternas de leche y no solo como ofrecerla como “postre”.
Factores relacionados con la mamá
- Estrés (recuerda que el niño se regula es contigo y si tienes una actitud ansiosa o tensa, trasmitirás al bebé este tipo de sentimientos que pueden interferir con su alimentación e incluso con su sueño).
- Olores fuertes percibidos por el bebé en su madre como cambios de jabones, geles, desodorantes y lociones.
- Afectación en los senos como mastitis que es la inflamación e infección de los mismos (podría haber un cambio en el sabor de la leche , tornándose más salada ).
- Medicamentos que podrían pasarse por la leche
- Congestión mamaria o senos más tensos por acumulación de la leche que impediría un buen agarre por el bebé.
- Disminución en la producción de leche.
- Nueva lactancia por parte de la madre (por ejemplo estar amantando a otro bebé al mismo tiempo), podrían sentirse relegados o no tenidos en cuenta y la leche pudiera estar más salada).
- Alimentos en la dieta de la madre como por ejemplo el ajo, la cebolla que podrían cambiar el sabor de la leche.
- Cambios hormonales como: nueva gestación, ovulación, menstruación, inicio de anticonceptivos orales. Pudieran cambiar el sabor de la leche y rechazo del seno por parte del bebé.
Factores relacionados con la leche
- Disminución en la producción o flujo de la leche
- Cambios en el sabor de la leche.
¿Qué debería de tener en cuenta en caso de que este pasando por una situación de estas?
- Recuerda…. trata de identificar la causa y modifica si puedes el factor externo ó consúltalo con tu pediatra.
- Evita en lo posible el uso de fórmulas infantiles, recuerda el problema NO ESTA EN TU LECHE.
- Promueve una toma especial y tranquila sin distractores (habitación sin ruidos ni luces).
- Re enamóralo del pecho… , es decir: aumenta las caricias, los arrullos, cárgalo. También podrían bañarse juntos.
- Ofrécele el seno sobre todo cuando este somnoliento o al despertar… Es cuando mejor lo aceptan.
- NO lo obligues a que tome el pecho o a someterlo a periodos de hambre para que lo acepte, ya que podría aumentar el rechazo.
- Favorecer el contacto piel con piel. Podrías quitarte la blusa y al bebé dejarlo solo con el pañal (eso sí asegurate de que la temperatura ambiental no este muy fría), de esta manera se sentirá seguro, protegido y renovarás el interés de tu bebé por la lactancia. Además elimina los jabones y perfumes nuevos que podrían “fastidiar al bebé”.
- Puedes usar el baño como una estrategia de relajación y después ofrecer el pecho.
- Podrías ofrecer el pecho en movimiento: Al ofrecerlo mientras caminas o te encuentras en una mecedora podría ser relajante para el bebé y aceptarlo mejor.
- Evitar el uso de biberones y ofrecer en taza.
- Recuerda que … debes continuar con las extracciones de leche para continuar con la producción.
- Podrías ofrecer el pecho en una posición vertical para tu bebé, por ej: posición reclinada o en “caballito”, con el fin de evitar una posición dolorosa para tu bebé asociado con lateralidad.
